"Duelo a garrotazos", de Francisco de Goya - 1746-1828 |
Los prodígios del recuerdo:
EL FRENTE POPULAR Y BOLIVARIANO REVANCHISTA
Ahora que las ciencias adelantan que es una barbaridad y que se hacen estudios sobre los asuntos más peregrinos, se debería emprender una investigación en profundidad sobre una de las especies vivas más irracionales y fascinantes del planeta Tierra: el hombre español; ese bípedo parecido al hombre.
Para bien o para mal me he criado en su hábitat, rodeado de estas curiosas criaturas, y he aprendido a conocer su vaga visión del mundo, sus difusas esperanzas y sus muy concretos temores. Y cuando esa "especie" se siente entre amigos, los desprecia, los traiciona y se explaya sin precisión sobe lo divino y lo humano. No tiene claro lo que quiere. Se alegra enormemente de contemplar la paja en el ojo del vecino, pero no es consciente que tiene una viga incrustada en el propio.
Y en esas estamos, consumidos por ese reparto de sonrisas de conejo que no pueden absorberse más que por la irónica complacencia del que se recrea en ellas, si es que se quieren ahorrar los improperios -no se deben descartar- que puede propinar la furia de su intransigencia
Me enteré ayer de que quienes buscan el poder, se asustan cuando sus líderes empiezan a comportarse como se comporta el poder. Hay candidatos al mismo, que ya tiran del "usted no sabe con quien está hablando", antes incluso de alcanzarlo. Y es que antes del poder está la ambición del poder, es decir, la prepotencia que precede a la potencia. Y, eso sí, hablan de "regeneración" y de "nueva política". Y sin ser vistos, echamos unas risitas.
Se me puede acusar de convertir la anécdota en categoría, pero no es eso. Solo trato de llamar la atención sobre lo obvio; a saber, que la persona que quiere alcanzar el poder se sirve de una maquinaria para detentarlo y eso de la "vocación de servicio", mejor lo dejamos para Cáritas o para las Hermanas de la Caridad.
Tres cosas me permito inmortalizar para quienes "gozan" de parquedad histórica. A saber:
1 - "Beati Hispani quibus bibere vivere est". "Dichosos los españoles para quienes beber es vivir", Julio César.
2 - "¡Ay Espanna! non a lengua ni engenno que pueda contar tu bien", Alfonso X el Sabio.
3 - "España es el país más fuerte del mundo, los españoles llevan siglos intentando destruirlo y no lo han conseguido", Bismarck, el Canciller de Hierro.
Bismarck fue el fundador del Estado alemán moderno. Nació el 1 de abril de 1815 y murió el 30 de abril de 1898. Gobernó Alemania apoyándose en un régimen autoritario, de 1871 a 1890, año en que dimitió por desacuerdo con Guillermo II, su Emperador. Se retiró a su finca donde escribió sus memoriass. Creó el estado de bienestar, gobernando para ello, con mano de hierro.
Defendió la creación de programas enfocados a la defensa de los trabajadores debilitados por la edad o incapacitados para el trabajo por enfermedades o accidentes laborales. Instituyó la pensión de jubilación obligatoria y sistemas de seguridad social para la previsión de enfermedades y accidedntes para los trabajadores, seguro de desempleo, sanidad pública, vacaciones de 30 días una vez al año,
Limitación de la semana laboral a 40 horas, y la jornada laboral a 8 horas diarias; viviendas de protección oficial, sueldo mínimo, educación pública; acceso a la universidad, a la formación profesional, a las instituciones públicas y a las becas del Estado para estudiantes, entre otros benefícios. Fue un acérrimo defensor de las clases medias.
No quería hablar aquí de ese españolísimo rasgo de carácter que consiste en "sostenella y no enmendalla", aferrándose a las convicciones propias, aunque carezcan de fundamento. Este ofuscamiento, que en otras latitudes se considera síntoma de desvarío, en España es valorado meritoria y hasta virtuosamente y como alimenta las esperanzas de otros obcecados que sostienen el mismo delírio, el delirante acaba convirtiéndose incluso en líder de masas.
Así, por adición de obcecados, se construyen atribalarias facciones -las de Pablo Iglesias, Ada Colau, Carmena, son un ejemplo-, a las que luego su sistema populista pone a dialogizar para fingir que a través de la palabra se logra el entendimiento, cuando lo que pretenden es derruirla o cortar la lengua... Por ello el resultado de tales "coloquios" es tan estéril y disparatado como el de esas tertulias y debates (TV-5, Antena-3 y TV-3) donde se dirime la vida y milagros de algunas familias llamadas "famosas".
El sobrecogedor recurso de la plática, tan sostenidamente anestesiante entre los demagogos comunistas, se cuenta entre los más inútiles, porque siempre han actuado con el firme propósito de renunciar al uso de la razón, descartando, por ello, las enseñanzas que la realidad ofrece. Ni siquiera en su expresión ideológica el diálogo ha rendido grandes servicios al entendimiento.
Esto se puede apreciar en los diálogos entre españoles, discutidores y litigantes por naturaleza e inquietantes despilfarradores de enormes dosis de saliva e ingenio, pese a lo cual nunca han logrado entenderse, por lo que sus posturas se enconan cada vez más.
Desde las Cortes de Cadiz hasta nuestros días, se han producido en nuestra Patria acontecimientos que han provocado la más encendida división entre españoles, con frecuencia solventada a tiros, por la inquina azuzada y desatada por una clase política iletrada e infame que, poco a poco, ha convertido España en un muladar, en un reino de "Taifas" asimétrico e hiriente, donde el terror a su demolición se ha adueñado de las perseguidas, por ahorrativas, clases medias.
De nada sirve dialogar, debatir, discutir, si, además de no compartir premisas no existe voluntad de entendimiento, ya que para haberlo es necesario aceptar las realidades objetivas que no pueden estar constantemente sometidas a controversia. Tengo la impresión de que la simple locuacidad es lo que define el "diálogo" de esta novísima hornada de falsos profetas, de esta banda especializada en urdir desdichas, de esta pandilla de procaces trovadores de consignas ya desechadas por los mismos que antaño las amañaban cantando la panacea idílica que representaba el paraíso comuniusta.
Aquel edén que representó el sepulcro de millones de seres humanos que no compartieron sus "diálogos". Manuel Azaña que, a los dos años de guerra civil, se percató de su participación y gran responsabilidad en el desastre, pronunció un discurso en el Ayuntamiento de Barcelona, el 18 de julio de 1938, solicitando "Paz, piedad y perdón". Si hubiese atendido a Julián Besteiro, un intelectual socialista moderado, se hubiese evitado esa gigantesca hoguera donde quedaron calcinados miles de ciudadanos, cantando el "Cara al Sol" la mitad, y el "Himno de Riego" la otra mitad.
De esa España hecha polvo, emergieron los lodos actuales, donde loa promotores del espíritu revanchista, se revuelcan para convertir en victoria la derrota de sus padres y abuelos, una refriega que no hay que descartar, porque se barrunta un horizonte de negros nubarrones y el bramar de horrísonos aquilones.
En el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, su Rector, en la celebración, el 12 de octubre de 1936, del primer Día de la Raza (ahora, Día de la Hispanidad), contestando a los celebrantes de este acontecimiento -coreados por los legionarios con su lema, ¡Viva la Muerte!-, tomó la palabra lanzando su famosa frase: "Venceréis, pero no convenceréis"; que tuvo la respuesta airada del General Millán-Astray: ¡Muera la inteligencia!.
A vosotros, Carmena, Iglesias y Pedro Sánchez, os digo que ni venceréis, ni convenceréis. La reacción del pueblo español que os ha votado, os mandará, cuando conozca que lo habéis arruinado, al desierto político. Son ustedes una cohorte de despojos residuales salidos de aquellas escuelas que, en la Unión Soviética, Cuba y Venezuela, adoctrinaron para que su fanatismo causara las maldades que arrojaron sobre millones de inocentes que creyeron en vuestros postulados.
El Jefe del Gobierno, Don Mariano Rajoy y Brey, hombre al que no se le conoce ninguna buena acción, es el más profundo de nuestros pecadores gobernantes, cuya mediocridad, talla humana y moral, es coherente con los pretextos que usa -falsos, como él mismo- para volver a encumbrarse, despues de su estrepitosa derrota en las elecciones europeas, comunitarias y municipales celebradas en España, y tener campo libre para formalizar transgresiones.
Este hombre, herido por rebeliones internas, dispone de un tenebroso prontuario de delitos. La frontera que inpuso a sus conciudadanos para que no disfrutaran de una regeneración de la democracia en España: no atajar la corrupción política, económica y judicial -desarrollada por conocidos personajes en el ámbito público-; aumentar la carga fiscal; incumplir el programa, por el cual obtuvo mayoría absoluta; y toda una serie de felonías...
Le hacen acreedor a obtener un certificado en el que se acredite que es el culpable de la aparición en España de Unos salvadores de la Patria, que bajo la ignorancia de los españoles que no vivieron la Guerra Civil Española, ni sufrieron sus consecuencias, han permitido que gobiernen instituciones que, en pura democracia, no hubieran obtenido.
Traidor a la Patria, es Rajoy, traidor a sus correligionarios, traidor a su partido, traidor a sus votantes, traidor a sus 700.000 militanters; y gran traidor a los Pymes, Copimes, grandes empresas, bancos, cajas y un largo etcétera. Es el hombre que, como un Diógenes cualquiera, se dedica a acumular basura, a contemplar el Sol, enclaustrado en una tina, esperando su final desastroso, por haber permitido osadamente que España regresara a su siniestro pasado.
Ramón Quiñonero Solano - 18 de junio de 2015.
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