Se
habla mucho de Artur Mas y de Cataluña. Sin embargo, Artur Mas es el producto
de una casta política ambiciosa, corrupta, indeseable y caduca que detesta al
pueblo.
La
Constitución no se respeta, tampoco las leyes. La deriva antidemocrática en
España es tan grande y se han manipulado tanto los tres poderes que dan sentido
a la democracia: el Constitucional, el Legislativo y el Judicial, que todo ha
quedado reducido a la dictadura de unos políticos, corruptos, ambiciosos de
poder y de riqueza, cuyo objetivo es eternizarse en sus puestos a cualquier
precio, alejándose cada vez más de los intereses populares.
En
consecuencia, estos indeseables están negados al diálogo, al sentido de la
responsabilidad, y a un mínimo humanismo que posibilitara el renacimiento de
este desolado país. Por tanto, no van a solucionar la grave situación en la que
nos encontramos inmersos.
Desgraciadamente
Europa se ha convertido en un eufemismo. Al no aplicar lo dispuesto para
aquellos países que incumplen las bases de esa efímera unión, Europa ha dejado
de existir. Todos los organismos coinciden en que hay que reducir la
administración periférica y traspasar competencias al estado, suprimiendo
dobles y triples competencias de las distintas administraciones. Ni caso:
arremeten sin compasión contra el pueblo con recortes e impuestos de todo tipo.
Ahora,
estos inútiles han decidido crear una comisión –al estilo napoleónico–, en la
cual estarán representadas todas las comunidades autónomas (todos los que
chupan del bote), que deberán decidir la reestructuración de las
administraciones actuales en el plazo de NUEVE MESES. Es decir, pasan la pelota
a quienes no permitirán perder protagonismo ni poder.
Son
unos indeseables, pues están en el gobierno de la nación para legislar
inmediatamente este cambio imprescindible. Lo de Mas es una tontería: están
jodiendo a todo el pueblo a sabiendas.
Las
Fuerzas de Seguridad de Estados Unidos acaban de hacer público un informe en el
que señalan a Barcelona como un punto explosivo que amenaza la seguridad del
Mediterráneo, debido a que allí han sido detenidos varios grupos islamistas
radicales en lo que va de año. Y, más importante, en esta ciudad residen 60.000
jóvenes paquistaníes solteros, sin ningún control, que están a merced del
islamismo radical que los está reclutando para sus fines terroristas.
Es
decir, nuestro país puede estallar en cualquier momento, pues hay motivaciones
múltiples para que así sea. Y no hay que descartar el desbordamiento de las
masas, hasta ahora aborregadas, arrasando todo cuanto encuentren a su paso. El
paro, el hambre, la desesperación, son muy malos consejeros.
Y ojo a
la inmigración africana, muy bien organizada: pueden considerar, llegado el
momento, participar en el botín. Ya se sabe, a río revuelto, ganancia de
pescadores. Y han venido a por el poder y no se cansan de decir que ellos
gobernarían mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario