El horror del vacío existencial

Algunos gobernantes políticos representan esa tenue línea sobre la que megalómanos, salvapatrias y demás paranoicos del poder suelen hacer funambulismo.

La Historia nos enseña que ha existido y existe esta casta inclinada a exclamar que "quienes no están conmigo están contra mí", sobre todo si son compañeros a los que consideran enemigos.

Son aquellos que, víctimas de su inmensa estupidez e ignorancia, emprenden campañas basadas en su falso afán de crear "proyectos de renovación, restauración o regeneración" dentro de su propia formación o partido político, menoscabando la mejor preparación de otros compañeros.

Arguyendo causas cronológicas para que la cúpula desestime a brillantes emprendedores, encubren la realidad de su tesis que, a mi modo de ver -siempre cuestionable-, pasa por la infelicidad comparativa que les golpea por verse impregnados de celos y envidia y rodeados de fantasías y complejos de inferioridad.

Conjuntamente con el grupo de portadores de incienso, ignoran la enorme responsabilidad que contraen y que les conduce al fracaso y a la cruda realidad de la fragmentación, causa agitadora de sentimientos estimulantes de rencores y odios.

En realidad, sus aduladores han moldeado figuras de mármol biselado que representa a los hombres de poca calidad, impactados por el hedor de su propia inmundicia e indigencia intelectual.

Quizás a esta clase de políticos-gobernantes-, -con respeto opino-, la fuente del discernimiento necesario para elegir los valores en que la razón debe cimentar su labor, les ha dejado huérfanos de ella.

Blaise Pascal. filósofo, físico y matemático francés fue un gran diseñador y experimentó sobre el "horror del vacío". Su epitafio: "Cuanto más he conocido al hombre más he querido a mi perro"

Plinio el Viejo
Feliz Navidad al pueblo de Son Gotleu y deseos de mejor año 2013 para sus habitantes.