HISTORIA DE ESPAÑA RECIENTE - III
PODEMOS no es solo una amenaza para los inversores, bancos y empresarios de España, sino que su proyecto -de llevarse a cabo- supondría la misma ruina que están contemplando con estupor y amargura los venezolanos, los argentinos, los cubanos, los bolivianos y los nicaragüenses. La Unión Soviética con sus gulags siberianos y sus cien millones de asesinados, llevados a cabo desde 1917 hasta finales del siglo XX, es también un ejemplo digno de tener en cuenta.
Lo que se sustenta sobre una ideología totalitaria y populista -aunque se esconda en una madriguera de bondad y de soluciones utópicas-, la Historia demuestra las consecuencias nefastas que conlleva, y lamento profundamente contrariar a muchos inocentes, o incautos, que de buena fe perciben hoy como una esperanza a PODEMOS, para cambiar y mejorar España, sin considerar que el comunismo y la izquierda más radical presentan y ofrecen, en realidad, un peligroso proyecto populista sustentado sobre una ideologia totalitaria que desemboca en las consecuencias nefastas que acabo de describir.
El escepticismo, la indignación y la desesperación, además del resentimiento y el odio que alimentan los sentimientos de venganza, se han encarnado en la mente de millones de españoles. ¿Por qué?. Porque contando el Partido Popular con una amplia mayoría absoluta, el control de casi todas las autonomías, Rajoy -una especie de felón a la moderna usanza- se ha negado a poner en práctica El Programa con el que fue aupado al poder por los electores y, en un ejercicio de malabarismo, propio de un trilero, ha amargado a los españoles, sobre todo a la sufrida clase media.
Hincándoles la daga de asarlos a impuestos, de seguir la política del infausto Zapatero, en lo que se refiere a la economía, restricción de libertades y derechos, negociación con la ETA, y a consentir a los sediciosos de Cataluña toda clase de tropelías, desafíos e incumplimientos de las sentencias de los tribunales Supremo y Constitucional, por no citar otros desafectos y traiciones aceptadas sin réplica.
¿Para qué está el artº 155 de la Constitución, Sr. Rajoy? ¿Y sus prometidas reformas democráticas?. Y hoy, 6 de diciembre de 2014, ¿cómo se atreve a proponerse como candidato para las próximas elecciones?, habiendo alcanzado un enorme grado de degradación y mezquindad personal y conducir a la miseria a millones de españoles. Le auguro un triste final político, porque se constata su ambición y el desprecio que, de forma malvada, destila a los españoles, a su propio partido y a España.
Su actitud, ineptitud o maldad, constituye uno de los temas principales de conversación en las habituales reuniones privadas que mantienen ciertos círculos militares, empresariales, financieros y entre significados colegas de su propio partido. ¿Por qué?. Porque preocupa, y mucho, a estos notables colectivos, los anuncios de programa que PODEMOS difunde constantemente en prensa y TV, donde blasona de la nacionalización de empresas, mayor gasto público, aumento de impuestos -como si no fueran altísimos los de Rajoy- y abandono de la moneda única.
Ramón Quiñonero Solano, autor del presente escrito |
La gobernanza de España por PODEMOS no es una hipótesis. Es el desolador escenario que se contempla desde la atalaya de los Poderes que rigen nuestros destinos, ya que se han percatado la cruda realidad que ha propiciado el hombre admirable que se gusta a sí mismo, el gran administrador de los tiempos, el pusilánime y cobarde Sr. Rajoy, quien con su estulticia, pasividad y el consejo de su asesor áulico, Sr. Arriola, puede haber hecho posible el desgarro de España, y la afrenta que representaría para el honor patrio, verse apartada de sus intereses estratégicos, geopolíticos, sociales y de la consideración internacional. ¡Manos a la obra, pues!
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