TEMAS EDUCATIVOS
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Objetivos de la
educación
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Segunda parte
Ciertamente
la vida es una gran maestra, enseña más que muchos libros. PÍNDARO, uno
de los más reputados poetas líricos de la antigüedad y soñador nato,
decía: "Atrévete a ser tu mismo".
Su
planteamiento vital era el de ayudar a la gente a conseguir sus sueños y
el nuestro debe ser el de enseñar a los hijos el cómo hacerlo. Parece indicado preguntarse: ¿Sé con qué sueñan mis hijos?. ¿Les ayudo a conseguirlo?, o por contra, ¿los desanimo?. La respuesta objetiva pudiera ser: "Deja a tus hijos hacer lo
que a ellos les apasione".
No quiere esto decir que hay que dejarlos estar todo el día en el sofá viendo la TV o jugando con videojuegos. Se
trata
-según criterio muy extendido- de educar a los
hijos para que actuen desde la autonomía, al efecto de descubrir cuál
es su inclinación para dejarles que la cultiven y exprimir al máximo su
potencial. Debería ser una obligación de los padres a la hora de educar a
sus hijos, para poner al descubierto su vocación y, una vez desvelada,
ayudarles a confiar en sí mismos para conseguirla.
Para
investigar hay que verles jugar. Observar qué es lo que más les gusta.
Cuándo disfrutan más. Por
ejemplo: a uno de mis hijos le gusta pintar: cuánto más le ayudo para
que dedique tiempo a dibujar, más crece su autoestima, más reconocido se
siente. No es tan importante la actividad en sí, sino lo que él siente
sobre sí mismo, la imagen que él tiene de sí mismo.
Uno
de los problemas que tenemos en España y en las culturas cristianas
-según criterios de pedagogos reconocidos- es la imagen que disponemos
de nosotros mismos. Estamos entrenados
para que nos machaquen, para buscar al culpable.....................
Venimos de un sistema en el que no se ha entendido la importancia que
tiene la EDUCACIÓN en el crecimiento de la persona. Me decía uno de mis
maestros más excelsos -Don Miquel Deyá Palerm- de "que el cuerpo segrega
de manera química en función de lo que recibe" y de que "no te
impresione lo que te digan o dejen de decir, ya que si te están
machacando todo el día, tú generarás una situación de estrés crónico y,
consecuentemente, crearás una personalidad machacada que va a tener
disposición a sentirse así prácticamente, toda la vida.. En cambio, si
ayudas a esos niños -tus hijos- a sentirse bien con lo que hacen, a
entender que un error solo significa que no ha salido como esperaba, a
que tienen que confiar en sí mismos, generarán endorfinas, dopaminas,
serotonina, y sustancias que harán que tengan un cóctel sanguíneo que
les hará sentirse bien".
No
podía tener mejor razón mi querido maestro. La química o la
neurociencia ha demostrado que todo es química en sangre. Por lo tanto,
el tema de los niños no es solo psicológico.
Corolario:
si queremos que los niños sean creativos, usen su talento, y pongan la
mejor versión de sí mismos a disposición de su propia vida, que sean sus
protagonistas, necesitamos ayudarles a segregar en sangre cosas sanas.
En Finlandia y en Inglatera el sistema está entrenado para entenderlo
así. La diferencia es de que en España no sucede. El sistema educativo
de esos dos paises propugna que el niño experimente, mientras que en
España se enseña primero la etiqueta, la teoría, y sólo a veces se
explica para qué sirve. No hay experiencia.
No
podemos frenar el potencial de nuestros hijos. Hay que ayudar a que
experimenten lo que aprenden en el colegio, que conecten con algo que no
sean solo palabras. En la vida no vamos con un libro de teoría debajo
del brazo. Solo se aprende experimentando. No hay que criticarles cuando
hagan cosas diferentes. Hay que explicarles el por qué. Y sobre todo:
aceptar como padres que los hijos tienen su propia forma de ver la vida.
Se debe aceptar que su forma de ser y de hacer no tiene por qué ser la
nuestra. Hay que hacer ecuaciones y afirmaciones positivas sobre su
"ser" y "hacer". Y negativas sobre su "hacer" cuando sea necesario. No es
lo mismo decir "esto lo has hecho mal" a decir "eres un torpe". Lo
segundo es machacarle. Hay que hacerles comprender que tiene que haber
un
objetivo en su hacer; que las cosas no funcionan de forma automática,
sino que hay que dedicarles un tiempo y trabajar por ellas. Y enseñarles
que es humano equivocarse. Que muchas veces no va a ocurrir lo que
ellos desean y si así sucede, decirles que hay que perseverar. Se les
debe inculcar a desarrollar la psicología de la capacidad de aguantar
con flexibilidad los golpes que da la vida, para aceptar lo que no
esperan de ella. Para aceptar la dificultad sin convertirse en unos
sufridores. Debemos enseñarles, finalmente, a que generen alternativas y
opciones para alcanzar las metas que se proponen y prepararlos para
situaciones de conflicto.
De
cumplirse estas premisas, nuestros hijos no andarán perdidos,
desorientados, flotando sin saber bien hacia donde dirigirse. Es una
fascinante y apasionante tarea la que nos concierne abordar, sin duda,
pero en el escenario de la historia del mundo actual, donde se mezcla lo
bello con lo que se repudia y que tan fácil es confundir la admiración y
el desdén, saber a qué atenerse e interpretar bien la realidad, en su
complejidad y en sus conexiones, es el mejor patrimonio cultural que
podemos legarles.
Ramón Quiñonero Solano - (continuará) |
En este blog vamos a dar a conocer la realidad de Son Gotleu, desenmascarando la tremenda discriminación que está sufriendo este barrio palmesano por parte del Ayuntamiento de Palma.
lunes, 6 de enero de 2014
Objetivos de la educación - 2ª parte
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