Los vecinos no se pueden creer que el nuevo alcalde de Palma, D. José Hila, les mantenga sin ley, ni orden, habiendo transcurrido tres meses desde que se aposentó en la Alcaldía, como máxima autoridad de esta ciudad. La gente está indignadísima, porque le conocen del tiempo que vivió entre nosotros, esperando mucho de él, y no le perdonan que ahora les ignore y les abandone, como hizo el indigno Isern y, antes, el desastroso Pacto, en el cual figuraba como concejal.
P1220164 - Lunes, 21 de septiembre de 2015 - El botellón adornando el árbol que se halla enfrente del meadero. Tienen todos los "servicios" a mano. Faltaría más. |
Vamos a recordar cómo se mantiene a nuestro querido y maltrado pueblo sin ley, ni orden, a merced de la gran delincuencia propiciada por unos políticos que no creen en el pueblo e incumplen, a sabiendas, el ordenamiento vigente que les obliga a garantizar la seguridad y los derechos de todos los ciudadanos por igual, cumpliendo y haciendo cumplir la ley.
Damos la palabra a un vecino desesperado que pide al Sr. Alcalde que ponga policía de día y de noche. Es escalofriante que se tenga que mendigar a la casta política que padecemos, algo a lo que está obligada desde que jura o promete el cargo. Si estuviéramos en una democracia real, USA, Reino Unido, este gravísimo incumplimiento es de Juzgado de Guardia. Aquí no se respeta la Constitución, ni se cree en la democracia. A la vista está.
Anónimo 20 de septiembre de 2015, 2:27 - Comentario en "El soborno en España"
Buenas noches. Quiero dirigirme al Sr. Alcalde de Palma para preguntarle: ¿Si usted nos va ha hacer lo mismo, en nuestra barriada, que el otro Alcalde, que no hizo nada por poner un orden?
Esto es insoportable ya. ¡Por Dios, haga algo!: ponga policía de día y de noche, por favor.
Anónimo.
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Aportamos un ejemplo de las condiciones infames a las que está sometida la desesperada población que malvive y enferma en el indigno e inhumano entorno del Infierno de Pico de la Veleta, por la intencionada desídia de unos políticos que contumazmente se niegan a cumplir y hacer cumplir la ley y a poner orden.
Seguirán imágenes del indeseable y diario botellón; del meadero público utilizado por los nigerianos y otros; de uno de los tres vertidos permanentes a la vía pública; finalizando con el retrete, en el cual se desahogan, incluso cagando. Y de nada sirven las contiuas denuncias de esta barbarie, ni las que se hacen de los negocios nigerianos que molestan hasta las tantas de la madrugada, incumpliendo las ordenanzas y el Reglamento de Actividades. Se está luciendo, Señor Alcalde.
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