El 19 de mayo de 2011, dos días antes de las elecciones, en la Plaza Teniente Coronel Franco, expliqué a Mateo Isern Estela, el indigno y despiadado candidato a la alcaldía de Palma, la grave situación en que se hallaba Son Gotleu, sin ley, ni orden, a lo cual contestó que iba a ser muy difícil reparar esa situación. A lo que le contesté que solo se trataba de cumplir la ley y poner orden. Y no lo hizo, entregándose en cuerpo y alma a la descontrolada invasión inmigratoria, siguiendo la estela de Aina Calvo y Grosske.
A casi tres meses del mandato del nuevo Alcalde, D. José Hila, la situación es la misma, por no decir peor. Aquí la única policía que se ve, y actúa, es la del Cuerpo Nacional de Policía, la cual está llevando a cabo varias detenciones de delincuentes, principalmente de las bandas nigerianas dedicadas a la prostitución, al robo y a la extorsión. Y usted, Sr. Alcalde, ¿A qué está esperando?
P1210839 - Domingo, 13 de septiembre de 2015 - La barbarie perpetrada junto al C:P. Joan Capó, vista desde el lado opuesto. |
Señor Alcalde, haga el favor de cumplir con su deber, con la obligación que tiene dada por ley, de garantizar la seguridad de nuestros queridos y atribulados vecinos y, sin más dilaciones, ordene a los agentes de la Policía Local, cuya Jefatura ostenta, que por parejas y a pie hagan cumplir las ordenanzas municipales a todas las personas, negocios o grupos que las incumplan, protegiendo así los derechos y libertades de los habitantes de Son Gotleu, actualmente vulnerados.
El Sr. Alcalde, D. José Hila, junto a la Presidenta del Govern |
Mientras usted se lo piensa, Señor Alcalde, nuestros vecinos siguen sufriendo las graves molestias, la extorsión, la violencia, las amenazas, el vandalismo, de la barbarie, de la gran delincuencia existente en Son Gotleu, fomentada por todos los políticos de turno al negarse a aplicarles el ordenamiento vigente de obligado cumplimiento, prevaricando y situándose, ellos, fuera de la ley.
Seguidamente, les ofrecemos a lo que conduce tenernos sin Policía Local -sin vigilancia- ni de día, ni de noche, dejando el campo libre al mayor vandalismo conocido.
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