UN DESAFÍO INACEPTABLE - DOCTRINA BELICISTA
Una confabulación, un desafío, una rebelión, un espíritu guerrero, un belicismo doctrinario -como quiera el amable lector definirlo- parece haberse apoderado de los organizadores de esta huelga docente, dirigida por un incansable y tenaz grupo de presión -encabezado por Biel Caldentey y al que secundan otras organizaciones de carácter izquierdista-secesionista, guiados por la pretensión de -que pierdan toda esperanza si Bauzá, Camps y Estarellas resisten- "derrocar" al Govern, despreciando su legitimidad democrática y no teniendo en cuenta que "no todo a lo que una persona, un colectivo, una multitud se enfrenta o disgusta, puede ser cambiado por una insidiosa constancia y utilizando métodos de presión como el hastío o el aburrimiento -formidables armas psicológicas- como coartada para forzar una capitulación o un entreguismo vergonzoso.
Un desafío inaceptable |
Los trastornados del nacionalismo catalanista se entregaron -el domingo 29 de septiembre 2013, en la Plaza de la Reina- a emocionar y propagar victimísmo a imagen de los secesionistas de Cataluña, emitiendo eslóganes y pancartas publicitarias concebidas para eludir el intelecto y adormecer el sentido crítico de la inmensa mayoría de los ciudadanos de las islas.
Los trinos de Caldentey, de Marta Mas del CIDE; de María Inés Garcíes del IES "Guillem Cifre de Colonya", de Toni Baos, secretario General de FE-CCOO; de Iñaki Aicart, portavoz de la "Assamblea de Docents"; de Vicenç Rodrigo, presidente de FAPA-MALLORCA y otros, estaban -según ellos- "encarnados y cumpliendo un designio histórico y casi metafísico".
Cantos envueltos en vocablos de vértigo, vibrantes. Unos, halagüeños, iban dirigidos a sus seguidores (entre los que se hallaban el Ultranacionalista catalán de ERC Joan Tardá y Manuel Pelarda y los nacionalistas mallorquines Biel Barceló, Pere Sampol entre otros vicarios.
Otros gorgoriteos instaban al pueblo (a quien confunden con su militancia beligerante) a no creer más que en sus postulados y decisiones, sin calibrar que sus venablos no alcanzan a manifestantes resentidos que probablemente acudieron exclusivamente por consideraciones de otra utilidad: disconformidad por las medidas de austeridad que les han afectado, disminución de sueldos, supresión de pagas extraordinarias, despido de empleados de empresas públicas y quizás por otros temas controvertidos.
Son muchas las amenazas que se profirieron en la Plaza de la Reina y no voy a polemizar sobre ellas. Mejor que ustedes, amables lectores, extraigan las consecuencias.
La respuesta la ofreció ayer el Vicepresidente del Govern, Antonio Gómez. Es clara y ajustada a la imagen, al prestigio y al buen criterio que debe ofrecer un buen gobernante en su obligación insoslayable de cumplir y hacer cumplir la Ley.
RUEGO DIRIGIDO A MI BUEN AMIGO DE SIEMPRE, GUILLEM ESTARELLAS
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Te deseo suerte en esta encrucijada. Y deseo que transmitas a José Ramón este mensaje:
D. José Ramón Bauzá, Presidente del Govern |
El 3 de Agosto de 1981, más de 13.000 controladores aéreos de EEUU, de un total de 17.500, se pusieron en huelga en demanda de una aumento de sueldo, mejoras técnicas en las torres, jornadas laborales más cortas y el derecho a una pensión completa tras 20 años de trabajo.
El Presidente Ronald Reagan, que había tomado el cargo apenas siete meses antes y todavía convaleciente de las heridas sufridas por un intento de asesinato, les dio 48 horas para volver a sus puestos.No lo hicieron, así que Reagan despidió, sin pestañear, a 11.000 de ellos.
Controladores militares, unidos a los profesionales que no secundaron la convocada huelga, se encargaron de regular el tráfico aéreo del país. La escuela de formación de controladores, admitió ese a año 5.500 nuevos candidatos cuando lo habitual eran solo 1.500 y, además, en menos de un año había más de 45.000 solicitantes.
La historia de los controladores norteamericanos es muy famosa. Sin embargo, lo que es menos conocido es que, además del despido, Reagan impuso un veto de por vida a los 11.000 controladores, amparándose en una Ley de 1955, confirmada por el Tribunal Supremo que prohibía las huelgas de los empleados públicos (carteros, controladores, docentes, bibliotecarios, etc.)
Hay alguno de esos despedidos que aún siguen pleiteando desde 1981.
En España existe la Ley 7/2007 del 12 de abril 2007, denominada "ESTATUTO BÁSICO DEL EMPLEADO PÚBLICO" (EBEP) que contiene normas para funcionarios públicos y funcionarios de carrera. Vale la pena leer y explorar su contenido.
Un abrazo de tu amigo.
Ramón Quiñonero Solano
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