Carta abierta al alcalde de Palma

Isern visita la Escuela de Verano del Colegio Gabriel Valseca - EL MUNDO, 27 agosto 2014 - Foto: C.FORTEZA, Damos las gracias a EL MUNDO por permitirnos la publicación de esta imagen e información.

Carta abierta de un ciudadano al Ilustrísimo Señor alcalde del Ayuntamiento de Palma de Mallorca.

Ilmo. Sr. Alcalde:

Confío en que entienda que mis palabras van dirigidas al Alcalde de Palma de Mallorca y, en consecuencia, le ruego que se abstenga de interpretarlas o asociarlas al ciudadano Mateo Isern Estela.

Dada la gravedad de la situación existente en el barrio de Son Gotleu, manifestada por los políticos de la oposición balear, también expuesta por la prensa local, y reiteradamente denunciada por los ciudadanos que la sufren, no puedo ni debo, en conciencia, silenciar lo que acontece. Podría apoyarme en otros rumores que circulan por la ciudad, pero me niego, aunque como usted muy bien sabe, LOS RUMORES COBRAN VIDA.

Se dice que existen unos lazos de connivencia entre el Ayuntamiento de Palma, los nigerianos y los gitanos, y que usted es el artífice de tal desaguisado y despropósito, quién, por acción u omisión, alienta el proceder inhumano y salvaje de estas etnias, ya de por sí dadas a promover disturbios que encubren sus negocios sucios e ilegales: el proxenitismo, la prostitución y su dedicación al narcotráfico organizado, que han desembocado en sobrevenidas tragedias humanas que usted conoce y que, con el tiempo, se han enconado.

Información adicional de ÚLTIMA HORA del 22 agosto 2014, sobre la batalla campal entre nigerianos y gitanos, Texto de JULIO BASTIDA. Fotos de VASILI VASILEV y de ALEJANDRO SEPÚLVEDA. Agradecemos a ÚLTIMA HORA que nos permita su reproducción.

La última guerra -hace pocos días- entre estas mafias por el control total de sus negocios ilícitos en la demarcación, es una muestra de lo que expreso. Además de la fama de Bronx que "prestigia" a Son Gotleu, ésta se ahonda con la "IMAGEN" obtenida por la ciudad de Chicago en los años veinte del siglo pasado, donde la muerte aparecía en las calles como muestra de cómo dilucidar la hegemonía entre las bandas mafiosas.

Dicen que el que avisa no es traidor. Lo hago convencido de que todo es susceptible de mejorarse. En este caso falta la voluntad de usted, Sr. Alcalde, Esta situación pertenece a lo imprevisible, pero hay muchos profetas que auguran lo previsible: un estallido que removerá los cimientos del bienestar de aquellos que han dividido la sociedad entre señores y siervos. Vox populi supone que usted forma parte de los señores. Los siervos no disponen de nada y nada tienen que perder.

Mire, Sr. Alcalde. Le hago algunas confidencias. Con solo pronunciar su apellido, la historia de Palma de Mallorca se tambalea, crujen los cimientos del género humano y se lanzan al galope los corceles de la barbarie. Se estremecen los damnificados por sus fechorías, que piadosamente atribuyen a su retorcido cerebro de hombre atormentado y de estructura demoníaca. 

Mateo Isern, el peor alcalde de la historia de Palma, y verdugo del pueblo de Son Gotleu.

Arquitecto del odio y del terror y de siniestra imagen de Alcalde venenoso. Se habla de que precisa usted de la aquiescencia de sus superiores, y no la tiene. Se le considera, por multitud de ciudadanos, como una rata no convenientemente diseccionada por la Historia y, entre algún psiquiatra, se advierte que "goza" de una patología narcisista, por su deseo de ser admirado y, al no serlo, arremete contra los débiles, los inocentes, los que no elogian sus discursos o sus ideas.

Sigo con las confidencias: alguien, muy importante de la sociedad palmesana, me dijo, "a la vida de este Alcalde le falta el amor, y en el caso de Son Gotleu, dedica su amor a la gran causa de los nigerianos -la educación y la integración- porque sabe que es un peregrino, un alma solitaria, en los demás barrios de la ciudad, y, en sus propias filas".

Lo que se dice de usted, y escrito está en lo que antecede, me niego a sustraerlo a su conocimiento. Con ello me quedo tranquilo. Al fin y al cabo, usted es un Alcalde necesitado de piedad y misericordia, ya que no puedo elogiar sus discursos, sus ideas, sus visitas -para exhibirse y para que le aplaudan adolescentes- a colegios de Son Gotleu, donde se imparte enseñanza primaria.

Ramón Quiñonero Solano, autor del presente escrito.

Después de lo escuchado de ciudadanos integrados en una sociedad paternalista, regionalista, pueblerina, multicultural, multiracial y digna, voy a intentar no aparecer como el "individuo que hace leña del árbol caído". Pero no estoy convencido de que con ello acierto, porque los hechos, Sr. Alcalde, le delatan. Me refugio en la piedad y en los ruegos por su salvación. 

El ciudadano Ramón Quiñonero Solano le saluda muy cordialmente, Sr. Alcalde.